¿QUÉ COMIDA LLEVO?
El Camino de Santiago es una experiencia de múltiples lecturas pero en lo que no debería convertirse en ningún caso es en una dieta. Una cosa es que el esfuerzo físico, acompañado de una alimentación adecuada, permita reducir algún que otro kg de más y otra bien distinta es que se pretenda aprovechar la travesía para realizar un régimen. Se trata de un largo trayecto que puede llegar a ser de lo más exigente por lo que es necesario nutrirse oportunamente para mantener el ritmo y llegar al destino.
Por este motivo, cuidar la alimentación resulta indispensable. El primer obstáculo que puede encontrarse el peregrino está, precisamente, en el desayuno ya que, muchas veces, los horarios de inicio de las caminatas no coinciden con los de apertura de los bares o restaurantes. En estos casos lo mejor es llevar siempre un kit de emergencia con frutos secos, pan, chorizo, queso, jamón…para no iniciar la marcha con el estómago vacío. Aunque lo ideal es que, antes o después, se realice un desayuno completo con lácteos, cereales, fruta o zumo y algo que lo acompañe (queso, fiambres, mermelada, miel…etc).
También es recomendable tomarse breves descansos, cada hora u hora y media, para beber e ingerir algún alimento que contenga hidratos de carbono. De este modo se logrará, además de mantener el nivel de energía, evitar los mareos y la deshidratación. Pero deben ser tentempiés ligeros ya que caminar con el estómago muy lleno tampoco es muy saludable.
Mantener una hidratación adecuada es otra cuestión de vital importancia, sobre todo en las épocas de temperaturas más altas. Así que, si se puede, conviene aprovechar a llenar las cantimploras apenas surja la ocasión de hacerlo. La mayor parte de los pueblos disponen de bares y fuentes públicas pero ,en el peor de los casos, siempre se puede recurrir a la hospitalidad de las gentes para pedirles que rellenen las botellas.Estas medidas no son garantía de que se dispondrá de agua para paliar la sed en todo momento pero sí la mayoría de las veces en que se necesite.
Para finalizar el día una comida algo más copiosa ayudará a reponer fuerzas. En muchos hospedajes cuentan con el llamado «menú del peregrino» cuyo precio es muy asequible y la calidad de los platos óptima. Ensaladas, verduras, paella, pasta, estofados, filetes, escalopes…y una amplia variedad de postres que deleitarán el paladar de caminantes exhaustos. De hecho, los platos caseros del menú del HOSTAL GAUTXORI son ideales para que los peregrinos del final de la primera etapa del Camino puedan reponerse de una larga caminata y afrontar con energía la siguiente jornada.
Y es que una buena alimentación es la mejor medicina. ¡Buen camino!
Fuentes: caminodesantiago/consumer/cuatrocantones
Imagen: Pixabay.
