DULCES SUEÑOS
Uno de los momentos más importantes del Camino es el reposo, precisamente porque es la oportunidad de reparación que tiene el cuerpo para recargar energías y poder afrontar otra jornada kilométrica al día siguiente. Muchos de los caminantes se preguntan si es mejor contar con un buen saco de dormir o no.
Lo cierto es que si se apuesta por los hoteles no será necesario disponer de este tipo de material pero si la idea es hospedarse en albergues, un saco de calidad podrá marcar la diferencia…No hay que olvidar que el funcionamiento de este tipo de hospedaje es muy distinto al hotelero y no aceptan reservas por lo que podría suceder que, al solicitar alojamiento, no existan vacantes y haya que dormir en el suelo. Esta posibilidad es todavía más plausible de cara al verano dada la gran afluencia de gente que tiene el Camino. De igual manera, quienes se lancen a la aventura en bici, deberían hacer siempre un hueco a esta parte del equipo y es que un buen saco puede garantizar unos dulces sueños…Pero ¿cuál elegir?
Los tamaños son muy variados por lo que habrá que valorar la elección en función de la propia altura y del espacio en el interior del saco del que cada uno guste disponer. Un elemento clave que habrá que tener en cuenta es, precisamente, la época del año en la que se realiza el Camino. No es lo mismo viajar en invierno, lo cual implica dormir con una cierta cantidad de ropa (reduciéndose considerablemente la amplitud dentro del saco) que en verano, cuando apenas es necesario un pantalón corto y una camiseta.
El tipo de relleno también es un factor importante. Cada opción implica una mayor o menor dedicación a la conservación adecuada del artículo y mejores o peores prestaciones. No es lo mismo un saco que exige grandes cuidados pero garantiza una óptima protección que un saco económico y de fácil manejo cuyo rendimiento es más limitado. Lo recomendable es realizar una inversión más alta cuando se pretenda dar usos futuros al saco (y no sea únicamente algo que se compra para el Camino) y cuando la persona sea consciente de la necesidad de ser concienzuda con su mantenimiento. No apto para despistados o negligentes….
Hay que considerar también el peso del saco. La premisa básica en todo momento y para cualquier preparativo del Camino es cuanto más ligero, mejor. Y se aplica también en este caso. A ello se suma el tipo de sujeción que tenga para amarrarse a la mochila. Un exceso de peso en la parte superior o una mala colocación del saco de dormir hará que esta se mueva de un lado a otro y esto repercutirá en la espalda. Por este motivo es fundamental prestar atención al mecanismo de fijación del que dispone.
En cuanto al material y la forma son elementos influenciados directamente por el clima. Por una parte, es necesario proteger la «cama» de la humedad y por ello lo más aconsejable es elegir un material impermeable ya que la lluvia formará parte de la travesía antes o después. Por otro lado, la forma también varía en función de las condiciones meteorológicas. Para temperaturas muy bajas se recomiendan los sacos momia ya que cubren todo el cuerpo y dejan solo libre el espacio para la cara. Pero el modelo más habitual es el rectangular, que se abre completamente y puede utilizarse en temperaturas medias (no extremas). Hay que decir que existe una normativa europea que regula las capacidades térmicas de los sacos y que la mayoría de los fabricantes respetan. En función del género del usuario y de sus condiciones físicas se barajan distintas opciones. Los hay para quienes sudan en exceso, para los que tienen riesgo de sufrir hipotermias, para medidas y peso estándar…etc.En fin, alternativas para acertar no faltan.
Y, después de todo, si la idea del saco no convence, se puede valorar otra posibilidad que es la del saco sábana. Se trata de una especie de funda a modo de sábana doblada a lo largo y cerrada por tres lados que resulta muy ligera. Y, sobre todo, puede ser la solución cuando fallan las plazas en los albergues o las condiciones de higiene son reducidas.
¿Cuál va a ser tu elección para descansar en el Camino?
Fuentes: iperegrinos/ caminodesantiago/montanasegura Imagen: Pixabay
