¿CUÁNDO EMPIEZAS?
Ponerse a hacer una maleta puede convertirse, en algunos casos, en toda una aventura (o en un quebradero de cabeza). Pero si lo que hay que preparar es una mochila para una aventura como el Camino de Santiago y ser meticuloso en la elección de los artículos para evitar un exceso de peso, la cosa se complica.
Además, conviene tener en cuenta si la travesía se realizará a pie o en bici y en qué época del año ya que los períodos de temperaturas benévolas, como la primavera o el verano, requieren de un tipo de ropa muy distinto al invierno. Así pues la organización es fundamental para disponer la mochila peregrina lo mejor posible.
Si se elige la época estival para realizar el itinerario, es aconsejable incluir los siguientes elementos:
Documentación y credencial.
3 camisetas de material deportivo, ligeras y de rápido secado. Necesarias para caminar con comodidad y para contar entodo momento con prendas limpias y libres de humedad.
2 pantalones cortos y un par desmontable para adaptarse a la temperatura ambiente que puede ascender o descender a lo largo del día. Los de senderismo o montaña son los más recomendados.
Un chubasquero.
Prenda de abrigo ligera para responder al frío sin cargar demasiado la mochila.
2 ó 3 mudas.
2 ó 3 pares de calcetines, a ser posible sin costuras.
Calzado apropiado.
Saco de dormir.
Funda de almohada.
Esterilla: Puede que en alguna etapa toque dormir al aire libre.
Cepillo, desodorante y pasta de dientes.
Vaselina.
Detergente y 3 ó 4 pinzas para secar la ropa.
Chancletas para la ducha.
Una toalla especial de secado rápido.
Una navaja (puede resultar muy útil en un determinado momento).
Bañador, gorra (visera clásica, con tapanuca…etc), crema de protección solar y gafas. Y es que puede haber días realmente calurosos en los que se sienta la imperiosa necesidad de refrescarse en un manantial cercano o de protegerse de los rayos del sol..
De cara al invierno la lista se modifica ligeramente:
Pantalones de media montaña: Prácticos y cómodos.
Pantalón corto: para los días de más calor.
Sudadera o jersey: Cómodo, que pese poco3 camisetas de material deportivo, ligeras y de rápido secado. Necesarias para caminar con comodidad y para contar entodo momento con prendas limpias y libres de humedad.
Un chubasquero.
2 ó 3 mudas.
2 ó 3 pares de calcetines, a ser posible sin costuras.
Calzado apropiado.
Saco de dormir.
Funda de almohada.
Cepillo, desodorante y pasta de dientes.
Vaselina.
Detergente y 3 ó 4 pinzas para secar la ropa.
Chancletas.
Una toalla especial de secado rápido.
Una navaja.
Independientemente de la época en la que se viaje, incluir el teléfono móvil y cargador puede ser para bien (por estar siempre localizado y poder solicitar ayuda en caso de una emergencia) o para mal (si se depende de ellos y suponen una distracción de los paisajes y la belleza que se despliega a lo largo del Camino)….
El resto son artículos de primera necesidad por lo que conviene que sean siempre de la mayor calidad posible. Unas camisetas que no rindan lo suficiente, unos calcetines que causen rozaduras, unas gafas solares poco adecuadas pueden causar problemas lo bastante incordiosos como para nublar la experiencia o hacerla insufrible. Para evitarlo sólo es necesaria una pequeña dosis de previsión y orden. Una práctica muy útil es la de hacer una lista con todos los imprescindibles o consultar con otros peregrinos más experimentados ya que, quienes han realizado el Camino con anterioridad, conocen detalles y trucos que, a los inexpertos, pasan desapercibidos. Pueden ser conocidos o desconocidos que participen en foros de encuentro de peregrinos y que no tendrán ningún problema en ayudar con sus consejos. Y es que, si algo hay de sobra en el Camino de Santiago, es la solidaridad de sus gentes.
Fuentes: vivecamino, iperegrino, caminodesantiago Imagen: Pixabay.
